miércoles, 29 de enero de 2014

Día 28 de octubre del 2013

Podemos resumir esta clase en la aproximación al lenguaje musical experimentando con la Escala Pentatónica.

La primera parte de la clase la hemos dedicado a nuestro aprendizaje hacia la música, por ello hemos experimentado con instrumentos de láminas (xilófonos) para poner en práctica la Escala Pentatónica. Hemos comenzado a tocar los instrumentos de manera arrítmica para ver la diferencia de sonido con la Escala Pentatónica. 

Para tocar en Escala Pentatónica se tienen que eliminar los grados IV y VII, para tomar la escala mayor los tonos 1, 2, 3, 5 y 6. Por ejemplo, en una escala de do mayor sería do-re-mi-fa-sol-la-si-do omitiendo los grados IV y VII (fa y si) se quedaría en do-re-mi-sol-si-do. Esto produce un tono de música que al tocar de forma arrítmica en común se ajusta más. De forma individual hemos tocado los xilófonos como iniciando una pregunta que nuestra compañera de al lado nos tenía que responder, nos ha servido para ver cómo nos acomodábamos según la duración e intensidad de la pregunta. Con la Escala Pentatónica se puede trabajar muy bien con los niños, ya que desconocen aún las notas musicales, al tocar de forma arrítmica se produce un sonido más agradable.

A través del piano hemos aprendido una canción, por la que previamente hemos calentado la voz mediante la vocalización. La canción dice así: Finita la lluvia cayó esta mañana, su voz cantarina de lejos me llama. Me pongo mis botitas y mi sombrero de colores y con mi paraguas salgo a fuera sin temores. También hemos practicado sobre el tempo mediante palmas y después la hemos “cantando” con el ritmo de las palmas. 

Resumiendo la primera parte de la clase, las palabras ritmo, intensidad y tempo son lo más importante, por ejemplo para acompañar a un cuento de forma más amena y divertida. La música es un pilar fundamental dentro de la Educación Infantil. Su poder para estimular la inteligencia emocional, así como el desarrollo auditivo y cognoscitivo desde una edad temprana, hacen de ella una sonora fuente de información, altamente beneficiosa para los más pequeños. 

La segunda parte de la clase, la hemos dedicado al lenguaje musical. En primer lugar, refrescar que son las negras, corcheas y semicorcheas y que todas ellas tienen un pulso. Para un mejor aprendizaje hemos tocado las notas musicales mediante las palmas, instrumentos o cualquier parte del cuerpo. Lo podemos hacer de esta manera: diciendo en voz alta o en nuestra mente la palabra que corresponde a cada nota musical. La palabra leche y chocolate tienen el acento en la primera sílaba.


Una vez aprendido esto podemos tocar varios bloques de notas musicales, como por ejemplo:


Este modelo se puede tocar con las palmas, dividiendo la clase en grupos y que cada uno toque de manera diferente. Como por ejemplo, señalar las notas musicales que queramos y un grupo tiene que tocar las notas ordinarias y el otro las señaladas. Se puede realizar dando palmas un grupo y el otro dándose en las piernas, hacerlas mudas, etc. 

Otra dinámica la hemos realizado través de la escucha de diferentes tipos de música. Hemos repetido los ritmos que hacía la profesora mediante gestos, movimientos corporales, sonidos, etc. Todo esto implica, sobre todo, la capacidad de atención. Una vez que hemos captado la atención, solo falta motivación para aprender mediante la música de forma divertida. 

Los niños aprenden a través de la imitación y puede ser de varias formas: simultánea, eco, improvisación y pregunta-respuesta. 

Todo esto desarrolla la comprensión, la discriminación, la focalización, la memorización (rutinas), etc. Todos los ejercicios anteriores que hemos estado realizando durante la clase son un ejemplo para enseñar a los niños, dinámicas que podemos utilizar en clase para la iniciación del aprendizaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario