lunes, 17 de febrero de 2014

Día 17 de Febrero del 2014

El día de hoy se resume con las siguientes palabras: técnicas básicas de dirección de orquesta. Se ha introducido dicho tema de forma bastante práctica. Hemos comenzado la clase realizando baile con los pies (mediante tres movimientos), introduciendo a su vez giros, patadas y palmas, al cuarto movimiento. Todos estos movimientos eran citados y demostrados por el profesor, tomándole así como modelo y guía de cada movimiento. Después éramos cada uno de nosotros quienes dirigían el movimiento. Mediante esta actividad hemos visto reflejada la duración de las figuras musicales, tales como las negras y las blancas, de una forma dinámica y divertida.

Dicho ejercicio ha sido introductorio a las técnicas de dirección, ya que el profesor nos dirigía y enseñaba cada movimiento. La dirección de orquesta radica en la aplicación de determinadas técnicas gestuales, de ensayo y psicológicas para conseguir que una orquesta recree la obra de un compositor de la forma más adecuada.

La constitución de cada director de orquesta es determinada por su gesto, aunque encontramos otros factores como su inteligencia, nivel cultural, carácter y personalidad, relación con la orquesta y conocimiento de la obra musical. La labor del director se puede resumir en:
  • El desarrollo recreacional: de volver a crear.
  • Interpretativo: mezcla de conocimiento sobre la obra musical, sabiduría, carácter, personalidad…
  • Desarrollo técnico: necesario para llevar a cabo el primero.

El director de la orquesta debe mantener una posición adecuada, cómoda, estable y segura con las piernas separadas, consiguiendo así un equilibrio con la espalda recta, el cuello rígido y los hombros relajados. El director siempre debe estar quieto en el mismo sitio.


Para dirigir una obra el director necesita del uso de una batuta que se sostiene normalmente con la mano derecha. Las batutas vienen graduadas en diversos tamaños. Debe tener el mismo tamaño que el brazo, contando desde el codo hasta el dedo anular.


Para realizar correctamente la dirección de orquesta el director debe aplicar una serie de técnicas expuestas a continuación:
  1. Técnicas gestuales
Es una sucesión de movimientos gestuales realizados para señalar a la orquesta cómo han de tocar, más allá de lo meramente escrito en la partitura. Principalmente son movimientos de brazos, aunque en el ejercicio de la dirección de orquesta es posible y recomendable cultivar el uso de todo el cuerpo.
Dentro de esta técnica encontramos tres figuras principales, que deben realizarse desde una línea visual de referencia, indicada dependiendo de la altura de cada director, en línea recta desde los codos:

  • “Bastón” y/o binario (compás de 2): el gesto se divide en dos fases, una de subida y otra de bajada, desde un punto de inicio o pulso.
  • "Triángulo” y/o ternario (compás de 3): el gesto se divide en pulso inicial, tramo horizontal hacia fuera, en que se marca el segundo pulso, tramo vertical de subida desde el tercer pulso y caída hasta el siguiente pulso inicial.
  • “Cruz” y/o cuaternario (compás de 4): el gesto se divide en pulso inicial, tramo horizontal hacia dentro (con o sin cruce de brazos) hasta el segundo pulso, tramo horizontal hacia fuera hasta el tercer pulso, y cuarto pulso con rebote vertical hacia arriba más su posterior caída hasta el siguiente pulso inicial.


Se dirige con dichas figuras con las dos manos, una de ellas marca el ritmo y la otra puede indicar quién y cuándo hace un determinado sonido, produciéndose así la independencia de una mano a otra. Todo golpe se da en el mismo sitio, en el centro.

Para realizar dichos movimientos hay que relajar los brazos y los hombros. Pensando durante el ejercicio en que no debemos romper el gesto, es decir, no articular el codo, dejando al brazo moverse en una unidad gestual, atendiendo siempre a no tensar el brazo ni los hombros. Para practicar esta postura, el profesor nos ha indicado que imagináramos que había una mesa, situada a la altura de cada uno, donde tendríamos que dar el golpe.

Estos gestos pueden utilizarse con las manos a dos alturas, en casos como orquestas donde haya coros, por ejemplo.

En este punto destacamos el concepto de "relación de pulso", que consiste en la relación de velocidad entre el rebote, en el pulso, la consiguiente subida del brazo y la caída al pulso siguiente.

       2.   Técnicas psicológicas

Consisten en la habilidad de los músicos y del público para recrear las intenciones del compositor. Dependerán de su propia comunicación y de su disposición hacia la obra.

       3.    Técnicas de ensayo

Constituyen la verdadera labor del director. En general, se puede jerarquizar el trabajo de ensayo en la solución de problemas técnicos como afinación, tempo, dinámica y articulación y como direccionalidad, relación entre ideas, etc.

Estas técnicas básicas de dirección deben caracterizarse por varios factores de los cuales quiero destacar la altura, la decisión, las ganas, el silencio, la atención y el espacio. Además de que hay que tener bastante claro cómo y cuándo hay que marcar la orden.

Si dicha dirección es realizada correctamente se producirá un ámbito eufónico caracterizado por una sonoridad agradable que resulta de la combinación adecuada de cada uno de los sonidos.

A continuación encontraréis dos videos, uno de los cuales me ha llamado bastante la atención, ya que se trata de un niño de corta edad, el cual se encuentra dirigiendo una orquesta.


Y en el siguiente vídeo veréis un ejemplo de dirección de “Coro y Orquesta JMJ”: Sanctus

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